la CGT critica la falta de información sobre el proyecto
La CGT ha vuelto a tocar el silbato de alerta respecto a la reforma laboral. Esto ocurrió después de que el nuevo triunviro, Jorge Sola, expresara su preocupación al señalar que el Gobierno no ha mostrado ningún borrador sobre el tema. Sola comentó que esta falta de comunicación solo suma incertidumbre dentro del ámbito sindical. Además, sugirió que lo que se elabore podría seguir la misma línea del DNU 70/23, lo que genera más dudas acerca de lo que realmente se pretende con esta reforma.
“¿Realmente está escrito algo? No tenemos información y eso solo nos empuja a imaginar lo peor”, afirmó Sola. A su entender, el debate está atravesado por cuestiones ideológicas que desvían la atención del verdadero impacto que tendría la reforma. “Parece más un intento de imitar el DNU 70/23 que de ofrecer herramientas para regular el empleo no registrado”, agregó.
Sola también enfatizó que dejar de lado a la CGT y a los empresarios del proceso es un problema serio: “Si una institución como la CGT o los empresarios no tienen idea de lo que se está gestando, algo no está bien. Esto es un gran problema para la política”.
Otro punto de preocupación es el avance de las negociaciones individuales en las empresas. Según Sola, esto debilita el poder de los trabajadores. “Negociar a nivel de empresa significa tener menos poder. En Argentina es importante defender la fuerza laboral, que es la que más perjudicada queda”, indicó Sola.
Sobre el clima político, apuntó a las divisiones dentro del Gobierno, conectándolo con el sector de Federico Sturzenegger: “Hay ideologías que afectan la relación con nosotros. Ese sector es más negociador; ahí está la verdadera negociación”.
La falta de diálogo ha limitado la posibilidad de alcanzar soluciones reales para el mercado laboral, según Sola: “Lo que debería prevalecer es el sentido común. En esta negociación no están los actores principales para proponer ideas y soluciones”. En una reciente entrevista, insistió en la crucial necesidad de integrar a los sindicatos en este debate.
Respecto a propuestas concretas, mencionó la discusión del banco de horas, que tiene un impacto diferente en varios sectores, y sugirió hablar sobre una posible reducción de la jornada laboral: “Si tenemos problemas de empleo y queremos que más personas accedan al trabajo formal, tal vez reducir la jornada sea una buena opción”.
Una mirada sobre el deterioro salarial
La CGT también está preocupada por el deterioro salarial, la recesión y la caída de los puestos de trabajo. Sola criticó los topes en las paritarias y advirtió que el poder adquisitivo sigue en declive: “Nos enfrentamos a dos problemas: la pérdida de empleo y la escasez de ingresos para quienes trabajan. Ahora, la caída del poder adquisitivo es aún más grave”.
En un contexto donde el discurso oficial asocia problemas laborales con actitudes negativas hacia los empleadores, Sola se opuso a esa visión: “Se ha tejido un relato que presenta al trabajador como un enemigo del empresario. La realidad es que el laburante solo quiere trabajar y llevar el pan a su casa”.
Finalmente, hizo hincapié en la necesidad de incentivos fiscales para fomentar inversiones y subrayó lo urgente de una reforma tributaria: “Hoy, un empresario que desea invertir necesita incentivos fiscales. Es fundamental implementar una reforma tributaria; aunque el INDEC no lo reconozca, estamos en recesión”.
En este panorama, la CGT ha endurecido su postura y deja entrever serias dudas sobre la transparencia, los objetivos y el alcance real de la propuesta oficial. Mientras tanto, el Gobierno sigue buscando consensos para avanzar con la reforma laboral en el Congreso.